Nace en el serrano-manchego pueblo de Albaladejo del Cuende.
Aunque inteligente y ávido en matemáticas, su educación escolar se reduce a poder leer y escribir lentamente,
nivel común de todos los habitantes del pueblo.
Conrado posee una personalidad única. En un pueblo donde no beber alcohol se considera poco hombril,
no sólamente no bebe, sino que tampoco fuma. Uno de sus fuertes es la comida. Es el campeón en los concursos de comida entre
los pueblos circundantes.
Pero su pasión más fuerte es su atracción por la mujer.
Joven físicamente extremadamente fuerte, se casa con su vecina Irene, chica
semi rubia de ojos azules cuya belleza,
tipo y gracia de bailarina atrae a todos los bien puestos del pueblo.
Conservará su irresistible atracción por la mujer hasta sus últimos años.
!Un verdadero hombre! |